
Muchas de estas acciones son fácilmente comprendidas por el ser humano, pero algunas como la marcación del territorio con la orina, a menudo son mal interpretadas.
La comprensión de la comunicación canina es la mejor forma de proporcionar compañía y cuidados eficaces a nuestro perro.
* Ansiedad por separación: Aullar, ladrar, moverse inquietamente y destruir objetos, son signos de estrés, provocados por la sensación de quedarse abandonados.
* Perro sumiso: Para evitar confrontaciones agresivas, los perros tienen un ritual de comportamiento sumiso. Al tumbarse y levantar las patas, demuestran que el otro perro o el hombre, tienen más dominancia sobre éste.
* Perro dominante: Algunos perros, son por naturaleza más dominantes que otros, el levantar las orejas, mantener erguida la cola, mantener las patas tiesas listas para lanzarse hacia adelante, son muestras de dominancia, que es un comportamiento más habitual en los machos y requiere de un firme control por parte de sus sueños.
* Marcación mediante el olor: El olor de la orina colocada en posiciones estratégicas sirve de marcador frente a los demás perros, ofreciendo información acerca de quién lo hizo, cuándo lo depositó y cuál es su jerarquía.
* Juego de pelea: Los perros juegan peleando entre sí a lo largo de toda su vida, pero especialmente cuando son cachorros. Existe algo de teatralidad en este comportamiento, pero algunos se excitan demasiado, llegando a morder a sus compañeros de juego.
* Primer contacto (Encuentro con perros desconocidos): Con la experiencia, los perros adquieren un complejo lenguaje corporal que usan para evitar conflictos cuando se conocen.
* Invitación a jugar: Uno de los indicativos más atractivos del lenguaje corporal es la invitación al juego, el perro se agacha pecho a tierra flexionando sus miembros delanteros, como diciendo ¿quieres jugar conmigo? Así incita a otros perros o a los humanos a perseguirle o revolcarse con él.
* Perro agresivo: No necesariamente tiene que gruñir o enseñar su dentadura para avisar que va a atacar, el dirigir sus orejas hacia atrás, el pelo del lomo erizado y su mirada fija sin el menor parpadeo, es signo inequívoco de agresión.
Con el tiempo, las personas que realmente quieren y conviven con su perro, se identifican y conocen a su mascota de tal manera, que es muy común oírles decir:
“a mi perro sólo le falta hablar”.
Fuente:
M.V.Z Miguel Dávila Dávila / Pequeñas Especies / elsiglodetorreon.com.mx
Imágenes:
© Brown Dog on Green Grass - Btwist - Stock.xchng
© Beach Dogs - Irum - Stock.xchng
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