Los gatos también enfrentan mayores riesgos de salud si tienen sobrepeso. Entre los problemas más frecuentes que se observan en los mininos gordos están los males cardiovasculares, las disneas y las afecciones del aparato locomotor.
Los kilos de más también afectan el metabolismo de algunos fármacos (entre ellos los anestésicos), los predisponen a padecer diabetes, reduce su tolerancia al calor y hasta les acorta la vida.
No se descarta, claro está, que la obesidad sea un signo clínico de problemas en el sistema endocrino. El veterinario es el profesional idóneo para establecer si el gato está afectado por estos males.
Sin embargo, los propietarios pueden ser los directos responsables del sobrepeso de sus mascotas, debido a sus propios malos estilos de vida. Es común que además de no dedicarles tiempo para jugar, les den golosinas y distintos tipos de alimentos no balanceados, es decir, que aportan demasiadas grasas y carbohidratos.
Para detectar si un gato está obeso, es necesario ponerlo en la balanza. Un persa puede llegar a pesar unos 4,5 kilos y los que no son de raza deberían pesar, en promedio,
El ejercicio es muy importante: además de disminuir sus niveles de estrés, le permiten ejercitar sus músculos, fortalecer sus articulaciones y huesos y quemar grasa. Además, es una forma de alegrarse la vida mutuamente.
Óscar Alexander Roa (El rincón de la mascota) - Especial para Eltiempo.com / Salud
Imagen:
© The Gallery Collection/Corbis
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